Las tendencias en construcción e interiorismo han evolucionado de forma muy rápida en los últimos años. El auge del teletrabajo ha provocado que cada vez pasemos más tiempo en casa, especialmente en los últimos meses debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Por lo tanto, han surgido nuevas formas de habitar, y una de las demandas que mayor interés ha despertado es la de disponer de un vestidor.
El dormitorio principal se ha transformado cada vez más en una zona privada a modo de ‘suite’, con baño propio y un espacio para organizar prendas, vestirse, desvestirse y arreglarse. En pisos de obra nueva, como en el caso de la promoción ‘Arroyo Vida’, los vestidores tienen un lugar destacado dentro del diseño de cada vivienda, ya sea de forma independiente o dentro de la estancia correspondiente.
Si disponemos de este elemento en nuestro dormitorio, es importante tener claro que debe ser un espacio ordenado y funcional. Por ello, hay que colocar las prendas según su mayor o menor uso, y aquellas con tendencia a arrugarse deberán ir colgadas en perchas. Para que el aprovechamiento del vestidor sea el máximo posible, éste deberá disponer tanto de barras, como de cajones de todos los tamaños para ropa y complementos, y también de una zona para los zapatos.